El Aplazado de Baldomero Fernández Moreno
De pronto, como un breve latigazo, mi nombre, Friedt, estalló en el aula. Yo me puse de pie, y un poco trémulo avancé hacia la mesa, entre las bancas. Era el examen último del curso y al que tenía mas miedo: la gramática. Hice girar resuleto el bolillero. Las dieciséis bolillas del programa resonaron en él lugubremente y un eco levantaron en mi alma. Extraje dos: adverbio y sustantivo. Me dieron a elegir una de ambas y elegí la segunda: "¿Y qué es el nombre? dígame uno". Y me asestó las gafas. Sentí luego un sudor por todo el cuerpo, se me puso la boca seca, amarga, y comprendí, con un terror creciente que yo del nombre no sabía nada. Revolvía allá adentro, pero en vano, me quedé en absoluto sin palabras. Y empecé a ver la quinta en qué vivíamos: el camino de arena, cierta planta, el hermano pequeño, mi perrito, el té con leche, el dulce de naranja, ¡qué alegría jugar a aquellas horas! Y sonreía mientras recordaba. "¡Pero señor - rugió una voz terrible - el nombre sustan...
La verdad Leticia es que no se si Koki me da miedo o me da risa. Mis hijos se quedaron encantados con él y ahora no paran de decirme que se lo ponga... Bueno Leti lo que si está claro es que a esta vida tan complicaaaa hay que ponerle un toque de humor como solía hacerlo nuestro amiga Pilicuchillita. Un beso.
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ResponderEliminarHola Chari, a mi me pasa lo mismo, me parece muy raro este cerdo.(Había puesto chancho)... Es una sensación rara la que me da. Si queres un toque de humor, conectate con Pili en el facebook, que la esta pasando muy bien. Siempre encuentra algo para divertirse. Ya lo verás.
ResponderEliminarBueno, te mando un beso.
Leti