El Aplazado de Baldomero Fernández Moreno
De pronto, como un breve latigazo, mi nombre, Friedt, estalló en el aula. Yo me puse de pie, y un poco trémulo avancé hacia la mesa, entre las bancas. Era el examen último del curso y al que tenía mas miedo: la gramática. Hice girar resuleto el bolillero. Las dieciséis bolillas del programa resonaron en él lugubremente y un eco levantaron en mi alma. Extraje dos: adverbio y sustantivo. Me dieron a elegir una de ambas y elegí la segunda: "¿Y qué es el nombre? dígame uno". Y me asestó las gafas. Sentí luego un sudor por todo el cuerpo, se me puso la boca seca, amarga, y comprendí, con un terror creciente que yo del nombre no sabía nada. Revolvía allá adentro, pero en vano, me quedé en absoluto sin palabras. Y empecé a ver la quinta en qué vivíamos: el camino de arena, cierta planta, el hermano pequeño, mi perrito, el té con leche, el dulce de naranja, ¡qué alegría jugar a aquellas horas! Y sonreía mientras recordaba. "¡Pero señor - rugió una voz terrible - el nombre sustan...
Leticia he terminado partida de la risa, es super contagiosa. Estos son los momentos que aveces necesitamos y de los que tanto carecemos. Gracias por compartirlos, me hacía falta. Un besito guapa.
ResponderEliminarHola Chari, a mi también me encantó. Me alegro que te hayas reído un rato.Yo ya lo vi tres veces...jaja. Te mando un beso grande.
ResponderEliminarjajaja que ricura el bebe!! desde luego es que tiene la risa contagiosa jajaja, los niños tiene un don especial para hacerlos reir, esa es la verdad!
ResponderEliminarUn besazo!!!
¡¡¡Genial...!!!ahun me estoy partiendo de risa, tambien lo volvi a ver y mi hijo se contagio, jajaja¡¡¡¡Un beso. Marian
ResponderEliminarHola Pilita, los bebes son encantadores... A mi me encanta ver reir a mis sobrinos, y malcriarlos.
ResponderEliminarDespues mis hermanas me reprochan, pero no me importa, jaja!! Un beso!!
Marian, me alegro que te haya gustado, la verdad que si esta genial! Un beso!
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